
La estimulación es enfocada en cuatro principales áreas del desarrollo:
- Motriz
- Cognitiva
- Lenguaje
- Socio-afectivo
Al igual que todos los niños aprenden a hablar por si mismos (a base de oír diariamente los sonidos del lenguaje), su cerebro es capaz de adquirir toda otra serie de conocimientos mediante la repetición sistemática de estímulos o ejercicios simples. La ejecución de ejercicios y juegos educativos proporciona al niño la oportunidad de obtener un crecimiento armónico y maximizar sus posibilidades a partir del encuentro con un espacio de desafío y juego sustentado desde el amor y no desde la competencia.
Comúnmente la estimulación es llevada a cabo mediante el juego ya que satisface las necesidades básicas del ejercicio físico y resulta una vía excelente para expresar y realizar sus deseos, donde la imaginación del juego facilita la posición moral y maduración de las ideas.
Existe una amplia realización entre las áreas del desarrollo y la adquisición de posteriores aprendizajes, algo que resulta determinante en el desempeño escolar, como lo son la psicomotricidad o la integración sensorial, donde se dice que el 70% de fracasos escolares y conductas problemáticas están relacionados con disfunción en la integración sensorial.
Algunos reconocidos autores han mencionado el éxito escolar que proporciona la estimulación temprana. Indican que los niños demuestran más habilidad en exámenes de aptitud cognitiva (Berrueta‐Clement et al 1984, McKey et al 1985) y desarrollo lingüístico (Phillips et al 1987, Whitebook et al 1989). Mostrando mayor sociabilidad con sus padres y compañeros clasificándolos como más amigables y sociables (Phillips et al 1987, Vandell et al 1988).
“La magia está en el niño”
-Glenn Doman